Horario de atención Lunes a Viernes 10:00 a 19:00 hrs.
La gemcitabina como agente único está indicada en el tratamiento de pacientes con adenocarcinoma de páncreas localmente avanzado o metastásico y en pacientes con cáncer del tracto biliar. La gemcitabina sola o en combinación con cisplatino está indicada para el tratamiento de pacientes con cáncer urotelial (vejiga, pelvis renal, uréter, uretra) localmente avanzado o metastásico y en el tratamiento de primera línea de pacientes con cáncer en pulmón de células no pequeñas localmente avanzado o metastásico. La gemcitabina sola o en combinación con carboplatino está indicada para el tratamiento de pacientes con carcinoma epitelial de ovario recurrente localmente avanzado o metastásico, que hayan recaído 6 meses después de un tratamiento de primera línea basado en un platino. La gemcitabina sola o en combinación con paclitaxel está indicada para el tratamiento de pacientes con cáncer de mama no operable locamente avanzado o metastásico, que han recaído tras un tratamiento quimioterapéutico adyuvante o neoadyuvante; el tratamiento quimioterapéutico previo deberá haber contenido una antraciclina a no ser que ésta estuviera clínicamente contraindicada. La gemcitabina sola o en combinación está indicada como tratamiento de primera línea en pacientes con cáncer de cérvix localmente avanzado o metastásico, también ha mostrado tener actividad en cáncer de riñón, vesícula biliar, carcinoma pulmonar de células pequeñas avanzado y en cáncer testicular refractario avanzado.
La gemcitabina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida al fármaco o cualquiera de los excipientes presentes en la formulación.
Los pacientes que reciben terapia con gemcitabina deben ser monitoreados por médicos con experiencia en el uso de agentes quimioterapéuticos. Prolongar el tiempo de infusión y el aumento en la frecuencia de la administración muestra un incremento en la toxicidad. La gemcitabina puede producir mielosupresión manifestada por leucopenia, trombocitopenia y anemia; debe considerarse la interrupción o la modificación del tratamiento cuando se detecte supresión de la médula ósea inducida por el medicamento. El uso de gemcitabina puede producir toxicidad pulmonar grave, edema pulmonar, neumonitis intersticial o síndrome de insuficiencia respiratoria progresiva del adulto (SIRPA), en caso de aparecer estos efectos, debe considerarse la interrupción del tratamiento con gemcitabina y, la aplicación inmediata de medidas de apoyo puede ayudar a mejorar estas alteraciones. Pueden presentarse casos de síndrome urémico-hemolítico (SUH) y/o fallo renal en pacientes con una o más administraciones de gemcitabina; se debe suspender el tratamiento con gemcitabina en cuanto se observe la más mínima evidencia de anemia hemolítica microangiopática, como por ejemplo descensos rápidos de hemoglobina con trombocitopenia concomitante, elevación de la bilirrubina sérica, creatinina sérica, nitrógeno uréico sanguíneo o LDH. Incluso después de suspender el tratamiento, el fallo renal puede ser irreversible y precisar diálisis, la gemcitabina puede producir una grave hepatotoxicidad, incluyendo falla hepática y muerte. La administración de gemcitabina a pacientes con metástasis hepática concurrente o con historial preexistente de hepatitis, alcoholismo o cirrosis hepática puede producir una exacerbación de la insuficiencia hepática subyacente.